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EN LÍNEA

EN LÍNEA

A finales del año 2019 el viento comenzaba a arrastrar el eco de una voz de alarma que hablaba sobre un término que, por aquel entonces, desconocíamos, pero que, ahora, ha pasado a formar parte de la cotidianidad de nuestras vidas. Nos referimos por supuesto al Coronavirus. Al principio no nos preocupamos demasiado, pues pensamos en que sería algo transitorio que se quedaría contenido en el otro lado del mundo. Pero el eco se fue haciendo más potente y la voz que oíamos vagamente fue aumentando la intensidad de su rugido. Al final, acabó llamando a nuestras puertas. Intentamos contenerla. Pero fue imposible. Y el resultado, bueno, es de sobra conocido.

Hace unos días, el 15 de marzo, se cumplía un año de que, aquel inolvidable domingo, se decretase un confinamiento domiciliario de casi tres meses que nos cambió la vida en prácticamente todos los sentidos. A muchas personas les pilló desprevenidos y por sorpresa. Y es que, con el tipo de vida al que estábamos acostumbrados a llevar, resulta muy inverosímil tener que estar en casa las 24 horas del día y haciéndolo todo desde allí. Ya no podíamos salir de nuestras casas, excepto para la compra de los bienes de primera necesidad. No podíamos escaparnos el fin de semana a visitar a nuestr@ mejor amig@ y compartir un buen rato en compañía haciendo lo que más nos gustase hacer. No podíamos subir nuestra montaña favorita ni tampoco subirnos al tatami a disfrutar de Mugendo. Y así un largo etcétera de cosas que se esfumó de la noche a la mañana y que fue reemplazado por otra realidad.

La nueva realidad ha traído consigo nuevas formas, por un lado, pero también la recuperación de otras, por otro. Por ejemplo, el retorno de la idea de reunirse con familiares, amigos y allegados por videollamadas. Fue un hecho que marcó un boom en la primera década de los años 2000, pero que cayó en desuso con el auge de los smartphones, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.

El formato online es otro método que ha venido con las circunstancias. Por ello, en Mugendo nos quisimos adaptar desde el principio. Durante el confinamiento, planteamos en todas nuestras escuelas unos horarios para clases online con el objetivo de que nuestr@s  alumn@s pudiesen seguir sus actividades desde casa sin perder el ritmo de su actividad física y mental durante el largo confinamiento. Nuestras clases online tienen como objeto la posibilidad de un espacio virtual en el que nuestr@s alumn@s pueda entrenar en la distancia, adaptando sus horarios y pudiendo valerse del material doméstico que tod@s tenemos en nuestras casas. Tratamos que estas clases sean divertidas y dinámicas.

Entendemos muy bien la complejidad de las circunstancias derivadas de la situación y la particularidad con la que cada persona puede percibirlas. Por ello, desde que comenzó esto, hemos querido aportar a cada miembro de la familia Mugendo con los dos formatos: Las clases online vía Zoom y la continuación de la actividad presencial con todas las medidas pertinentes y adecuadas de seguridad e higiene.

¡Mucho ánimo a tod@s!

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